«La estrategia, el sentido de la oportunidad y del momento exacto, son las altas cumbres del marketing. Todo lo demás son apenas colinas.» (Al Ries)
El marketing promocional se concreta, según el Ministerio de Educación, en el conjunto de acciones tendentes a conseguir un impulso extra de un producto determinado, con el fin de repercutir efectivamente en el nivel de ventas del mismo. Mediante esta táctica los consumidores no solo perciben la oferta del producto, sino que lo aprecian desde la óptica de un «plus promocional».
Ya sea aplicando técnicas de inbound marketing, destinadas específicamente a la atracción de clientes, o de outbound marketing, más centradas en medios tradicionales que requieren mayor presupuesto; parece indiscutible que la pervivencia de cualquier negocio depende de ellas. Lo fundamental será discernir qué opción se amolda mejor a las necesidades y el presupuesto de cada caso y actuar en consecuencia.
Así pues, toda empresa despliega sus propias estrategias para captar nuevos clientes y fidelizar a los antiguos. No conviene, sin embargo, aturdir a los clientes con un exceso de propaganda, porque probablemente se sentirán agobiados y no serán capaces de elegir. Las promociones de un restaurante deben ser capaces de aunar al mismo tiempo métodos de persuasión y contenidos innovadores. Dicen que lo más importante es experimentar con los cambios y evaluar los resultados obtenidos.
Por tanto, en este ámbito concurren dos aspectos, ya que, a los posibles canales de difusión de las promociones (internet, televisión, radio, prensa, revistas, etc), hay que añadir la decisión de cuál será el objeto de las mismas (descuentos, cupones, sorteos, regalos, etc). Es bueno hacer hincapié en los precios, que no por ser más bajos van a incrementar el atractivo del local, pues lo que cuesta un poquito más, también se valora más. Por otra parte, un factor determinante en publicidad es la inteligente manipulación de las emociones, pues las sensaciones que un restaurante sea capaz de despertar en sus clientes contribuirán a labrar una imagen muy concreta de él en el mercado.
Asimismo, estas ofertas han de llegar tanto a potenciales clientes como a los más antiguos, ya que es preciso premiar y afianzar la fidelidad de estos últimos y no solo concentrarse en conquistar a los nuevos. También en ese sentido, a fin de que la atención que se brinda a los consumidores sea la mejor, el personal del local debe conocer plenamente el alcance de dichas promociones. Ninguna estrategia de marketing funcionará si alguna de las partes está desinformada.
Ya hemos hablado del papel trascendental que desempeñan internet y las nuevas tecnologías. La publicación en las redes sociales y en la propia web del restaurante, son poderosos medios para dar a conocer novedades y eventos. De igual modo, puede recurrirse al envío de correos electrónicos, siempre y cuando se tengan los datos y el consentimiento de los consumidores, ya que, de lo contrario, el efecto será negativo y estos mensajes indiscriminados acabarán en la bandeja de spam.
No obstante, ni facebook ni twitter son herramientas suficientes. Precisamente, como ya hemos comentado en otros posts, si se trata de innovar y sorprender a los clientes, debe arriesgarse en la adopción de nuevos mecanismos que diferencien al restaurante de la mayoría, o, al menos, le den un toque más creativo e ingenioso.
A este respecto, Entrecartas ofrece interesantes alternativas de marketing. En concreto, los hosteleros pueden añadir sus ofertas a la carta digital, que se visualizará en una tablet, así como subirlas a su página web y a la aplicación móvil. Además, por medio de esta app, tendrán la posibilidad de enviar notificaciones a todos aquellos clientes que, alguna vez, hayan estado en el local y se la hayan descargado.
Por tanto, a través de estos tres cauces, los restaurantes serán capaces de poner en marcha nuevas estrategias que, a diferencia de otros sistemas más costosos, suponen una inversión mínima y contribuyen a mantener fácilmente actualizadas todas sus promociones.